El aullido de un lobo me despertó anoche, me hizo mirar la luna fijamente y aullarle mi ansiedad por un ángel de hielo que sólo veo en mis sueños, su luz tocó mi rostro y me consoló diciendo "no temas, relaja tu respiración y deja de llorar".
Contesté -Luna, un ángel de bondad, de ternura y de hielo me ha tocado y hace poco fui congelado... tan rápido me he acostumbrado a su aura helada que ya no puedo vivir sin esos fríos y delicados labios, sé que yo estoy yendo tal vez muy lejos, pero un amor así sólo nace cada 100 años, quiero seguir necesitando del hielo de sus delicadas manos.
Todo se oscureció y ya no existían formas en el entorno, el llanto no cesó pero sentí un frío que recorrío todos mis huesos y poco a poco hizo hielo mis lágrimas, me abrazó y me dijo: -No temas , yo te quiero. A lo que yo tranquilamente contesté .
-Lo sé y es lo único que requiero. Envueltos en el anhelado abrazo de hielo reposaron para siempre en un infinito invierno.
Ni una luz los tocó y quienes querían descongelar siempre los pudieron alejar.
Veneno
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Muy emotiva la entrada. Pero recuerda el frío amor siempre posee su némesis... el calor de la pasión. :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Te extraño veneno
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRecuerdos...hijo.,solo eso nos dejaste,si tu supieras todo lo que ha cambiado nuestras vidas.,no importa mi dolor,solo espero que ese mundo de luz y de paz exista! para que por lo menos tu ya te encuentres ahi...te amo...y te extraño!!
ResponderEliminar