Joy Cool's Day

(23/Dic/08)

Después de tanto desorden emocional, al fin pude despertar totalmente descansado y relajado, me sentía muy limpio de alma y sin ningún problema, parecía que las aguas se habían llevado ya la melancolía que ensuciaba mis pies. Desperté con una llamada de mi madre, ofreció una generosa cantidad de dinero como regalo de navidad, y como me hallaba de buen humor no discutí y los acepté de buena gana. Este día un milagro extraño sucedió y mi corazón regresó al momento en la que la abrazaba mientras ella veía a mi hermana reposar en un moises.

Con el alma apaciguada por los vientos fríos y alegres de esta extraña fecha me dirigí a comprar ropa, hice buenas compras y me sentí satisfecho con lo que pude obtener. En algún momento de mi vida fui muy pesimista en cuanto a este aspecto, porque sentía que eso de estar comprando cosas era como obedecer a alguien más, a ser un esclavo del capitalismo, "a seguir siendo parte de un estados unidos de menos presupuesto"(1), no me gusta obedecer a nadie, me molesta que me den órdenes.

No sé exactamente cual sea la razón pero yo sé que soy un malcriado, rebelde y pesimista por dentro, pero hay veces que tengo que adaptarme a estas cosas para poder disfrutar mejor un sueño que me destruye.

Este mismo día regresé a Amatepec y todos me recibieron un un cálido abrazo, un beso y unas risas de hogar, me sentí aliviado y respire tranquilamente hasta caer en un sueño de mis sueños y no de esta horrible realidad.


(1) "El laberinto de la soledad"